PROPUESTA GRUPO DE DINAMIZACIÓN
METODOLOGÍA ASAMBLEARIA

OBJETIVO DE LAS ASAMBLEAS DE BARRIO

El objetivo de estas asambleas es acercar a los ciudadanos y ciu­dadanas la posibilidad real de que su voz sea escuchada, y, por tanto, están abiertas a todas las personas que quieran sumarse a las mismas. Y no sólo se trata de que se escuche la voz de tod@s: sino que tod@s empecemos a tomar decisiones de forma directa, horizontal y transparente.

En estas asambleas no participan organizaciones, participan personas. Todas sus voces poseen, por tanto, el mismo valor. Surgen de un movimiento asambleario, y no de agrupaciones particulares de cualquier signo.

En las asambleas se practica la democracia directa y participati­va.

Se busca el consenso, no la mayoría.

No hay líderes, sólo per­sonas en calidad de enlaces cuya única labor es la coordinación y comunicación con otras asambleas, sin que estos enlaces sean, en ningún caso, promotores ni organizadores de las mismas. De hecho, uno de los objetivos centrales será evitar que surjan líderes o jefes que decidan por todos sin tenerles en cuenta (como los políticos).

CARGOS ROTATIVOS (MESA)
Es imprescindible que ningún grupo o persona acapare un pues­to indefinidamente, porque esa es una forma de hacerse más poderosa que el resto, porque maneja la información, los con­tactos y muchas decisiones.

Estos cargos se deciden por los asistentes en cada Asamblea. Conviene que lleven algún signo de identidad con el que los que se vayan incorporando a la Asamblea los identifiquen fácilmente y sepan a quién dirigirse, por ejemplo, para pedir turno de palabra.

Estos cargos son:

• Un/a moderador/a.

Recuerda el tema que se esté tratando en el debate y reconduce si nos desviamos.
También dará el toque de atención cuando una per­sona intervenga durante demasiado tiempo, lo haga cons­tantemente, o se repita, o utilice el signo de matiz o apunte técnico para otros fines.
Evita las interrupciones.
Gestionar el tiempo de asamblea para pro­poner, sin imponer cerrar el turno de palabra en un momen­to dado, cambiar de tema, o cerrar la asamblea a la hora acordada.
Se decide entre los asistentes a cada Asamblea.

• Dos o tres secretari@s: Toman acta, tanto con las decisiones finales consensuadas como con las propuestas que quedan pendientes y cualquier otra apreciación relevante para el correcto funcionamiento de la Asamblea, así como dejan constancia de la constitución de la Mesa, portavoces, etc.
Se encargan de pasarlas a limpio y las envían a la web.

• Turnos de palabra. Toma los turnos de palabra por orden de petición, y ayuda a que se res­pete el orden.
A partir de la segunda ronda de palabra sobre un mismo tema, se prioriza la intervención de quien no haya hablado previamente.

• Portavoces: Se encargan de servir de enla­ce con otras comisiones, y de llevar la voz de su Asamblea a otras Asambleas más generales, como la de Distrito o la Asamblea General de Madrid donde se reúnen l@s portavoces del resto de barrios para llegar a acuerdos co­munes.

Estos portavoces no pueden decidir nada por su cuenta, sino que simplemente llevan la voz de su Asamblea de Barrio. Es importante que sean vari@s, de 2 a 5 personas para que se apoyen y se tenga más seguridad de que lo que se dice en la Asamblea General y/ o de distrito es lo acordado en la de su barrio.

ASAMBLEA DE DISTRITO
Puesto que somos cuatro Asambleas de Barrio en el distrito de Ciudad Lineal, de momento se están coordinando a través de una Asamblea de Distrito, de carácter informativo y de puesta en común de consensos de las distintas Asambleas de Barrio.

Este sistema organizativo está abierto a debate y posibles modificaciones.

NORMAS BÁSICAS PARA UNA ASAMBLEA SALUDABLE

Paciencia y Respeto. Tod@s tenemos cosas muy interesantes que aportar, por tanto, para que nos escuchen debemos escuchar, de ese modo creceremos más y nos formaremos opiniones más cla­ras. No tod@s nos expresamos en público con la misma seguridad y determinación, pero no por ello nuestras opiniones valen menos.

Dinámicas asamblearias. Existen gestos comúnmente utilizados para mostrar el acuerdo o desacuerdo sin interrumpir la asam­blea -agitar las manos en el aire para mostrar acuerdo, y pulga­res abajo o formar un aspa con los brazos para el desacuerdo; también rotar los brazos cuando alguien se repite o se enrolla demasiado-. Es conveniente hacer sondeos para saber el grado de acuerdo o no que genera una propuesta para que se aprue­be. Las voces discordantes tienen más dificultad para expresarse frente a una gran mayoría por lo que es justo que pidamos que se expresen l@s que no estén de acuerdo o quieran matizar algo, antes de preguntar si todo el mundo está de acuerdo.

Tiempos de asamblea. Las asambleas deberían acordar no solo su hora de comienzo, sino la hora de fin, para evitar que l@s cuatro que más aguanten decidan por l@s que se han tenido que ir. 2 o 3 horas no está mal.

ESQUEMA HORIZONTAL DE TOMA DE DECISIONES MEDIANTE ASAMBLEAS

El sistema asambleario es un movimiento ho­rizontal, justo y equitativo.

Esta iniciativa ha de fraguarse en nuestros barrios y en nuestros municipios, extendiendo la toma de decisión política a un primer plano sumándonos a las expe­riencias acumuladas en actos de lucha vecinal mediante la cons­titución de asambleas populares en las que se debatan todos los problemas del conjunto de la ciudadanía.

Para la toma de decisiones, se sigue una estructura de Sierra o de Sube y Baja:
Las únicas decisiones válidas son las que aprueben las asambleas de barrio, incluidas las propuestas de otras Asambleas más generales, como la de Distrito o la Asamblea General de Madrid.

Cada Asamblea de Barrio elabora un Acta con sus propuestas consensuadas, y elige dos o tres portavoces que serán su voz en la Asamblea de Distrito.

En la Asamblea de Distrito, los portavoces de cada Asamblea de Barrio expresan los consensos y propuestas de su Asamblea, ven los posibles consensos entre asambleas de barrio y los puntos comunes, y elaboran propuestas que pasan, de nuevo, a la aprobación o no por parte de cada Asamblea de Barrio.

El mismo proceso se da entre la Asamblea de Distrito y la Asamblea General de Madrid.

Si solo unas pocas asambleas de barrio se oponen, se podría llegar a la aprobación por mayoría de 4 partes sobre 5. “Mejor un voto que un veto”, aunque solo como último recurso, siem­pre trataremos de llegar a un consenso. POSIBLE DEBATE

En cualquier caso las asambleas son autónomas para decidir su futuro y tomar sus decisiones, claro está, sin hacerlo en nombre de todo el movimiento si el resto no está de acuerdo.

En resumen, se trata de crear una Federación de asambleas de barrio transparentes, de la gente corriente, en la que podamos garantizar que tengamos igualdad de participación.