Hoy continuamos caminando para defender y exigir el derecho a la vivienda, un derecho fundamental sistemáticamente vulnerado en nuestro país. Las Plataformas de Afectados por la Hipoteca denunciamos la situación dramática a la que se condena a vivir a miles de familias que no pueden pagar la hipoteca o el alquiler, que se ven desahuciadas o amenazadas de desahucio, víctimas de una estafa hipotecaria, de la vulneración extrema del derecho a la vivienda por parte de las entidades financieras, avaladas por los
gobiernos de turno.

420.000 ejecuciones hipotecarias en el Estado los últimos seis años y 220.000 desahucios son sencillamente intolerables.

La ILP ha recogido más de un millón de firmas, las cuales se suman al clamor popular que exige una solución justa y urgente a esta problemática. Queremos unas leyes que garanticen los derechos, la igualdad y la dignidad. Pero la ILP también es una forma de
exigir democracia, una democracia que tiene que estar en manos del pueblo y no del poder financiero. Exigimos que se nos escuche y participar de una democracia real. Hemos llegado a un límite en el que hay personas que se han quitado la vida; una situación que genera un sufrimiento cotidiano a miles de afectados. Las PAH no nos quedaremos con los brazos cruzados esperando a que la ILP llegue al Congreso. No podemos hacerlo.

No nos pararemos aquí, nuestra lucha es una lucha por el derecho a la vivienda. “Gente sin casas, y casas sin gente, no se entiende”. Bancos que acumulan miles de viviendas vacías, mientras familias y personas se ven abocadas a la calle. Frente a este sinsentido, junto con la campaña de señalización, anunciamos que se intensificarán las campañas de recuperación de pisos vacíos en manos de entidades financieras.